Fuentes de producción de vapor de agua en edificios

- Vapor de agua liberado por los materiales de construcción en el momento de su instalación: los entramados de madera (cuando ésta no está seca), el hormigón, el relleno de las juntas de cartón-yeso, la pintura, etc. Estos focos de humedad resultan poco importantes cuando se estabiliza la casa en su humedad «de régimen». Esto ocurre normalmente después del primer año o incluso tras el primer verano o estación cálida. Este fenómeno se manifiesta una única vez en la vida del edificio.

- Vapor de agua contenido en el terreno y que se eleva por evapotranspiración. Penetra a través del forjado de madera de la planta baja.

- Vapor de agua contenido en el terreno que se eleva por difusión de los materiales porosos (hormigón, solera, etc.)

- Vapor de agua cíclicamente liberado por los materiales de construcción porosos (madera, tableros, etc). Estos materiales absorben la humedad del aire cuando es alta y la liberan si disminuye liberando el vapor de agua adquirido. No hay que confundir esta humedad con la que liberan los materiales tras la etapa de construcción.

- Vapor de agua generado por las actividades de los ocupantes: cocina, lavado, transpiración y respiración, plantas de interior, etc. Los habitantes entregan al ambiente a través de la piel y mediante la respiración, una cantidad variable de vapor de agua que puede estimarse en alrededor de 4 litros / día para una familia tipo. (Este valor se incrementa significativamente por el hacinamiento, frecuente en los grupos familiares de menores recursos).
La calefacción y cocción de alimentos utilizan en general en nuestro medio gas natural como combustible. Este produce en su combustión unos 180 g de agua por cada 1.000 kcal x hora. Es decir, que una estufa de fuego abierto de 3.000 kcal, encendida durante 12 horas aporta 6,5 litros /día.
A esto deberíamos agregar el lavado y secado de ropa y la higiene personal, por lo que no resulta inverosímil estimar una producción de entre 20 y 35 Kg diarios de agua evaporada en ambientes que además, han ido reduciendo históricamente sus volúmenes habitables.