El programa realiza los cálculos de la siguiente manera:
1) Se determina una demanda de calefacción o de refrigeración
2) Para cubrir esta demanda se utiliza una instalación que tiene un consumo de energía. Con el valor del rendimiento medio estacional que él calcula, estima el consumo de energía final asociado a dicha demanda dividiendo demanda entre rendimiento.

Dicha energía es la energía final. Se obtiene del combustible empleado. A saber, electricidad, gas natural, GLP, gasoil, biomasa,...

La determinación de la energía primaria que figura en el certificado se obtiene con unos factores de conversión entre energía final y energía primaria que determina IDAE. Se entiende como energía primaria la energía que debe producirse en origen (por ejemplo la central) para suministrar la energía final. Tiene en cuenta todas las pérdidas por transporte. Por ejemplo: para consumir 1 kWh de electricidad se deben producir 2,603 kWh en la central. Los 1,603 kWh restantes se pierden en el transporte.

La determinación de las emisiones de CO2 se realiza con unos factores de conversión la energía final / emisiones kgCO2.

Dichos factores también los determina IDAE y el más desfavorable es la electricidad. Por 1 kWh de energía final se emiten 649 grCO2.

Este es el motivo que cuando se tiene una calefacción eléctrica esté tan penalizada.

Si se usa una calefacción con bomba de calor de caudal variable puedes tener un COP=5 que representa un rendimiento nominal del 500%. En este caso aunque la electricidad está tan penalizada, se obtiene una mejora muy significativa de la calificación debido al elevado rendimiento.

Con la biomasa pasa que el factor de conversión energía final/ emisiones CO2 es cero. Por ejemplo, el CO2 que emite la combustión de los pellets es el mismo que capturó la planta unos años antes durante su crecimiento, y el balance neto es cero. En los combustibles fósiles pasa lo mismo pero el ciclo es de millones de años y por ello no se considera balance neto.

Tabla con los factores de conversión: