Sistemas de climatización VRV

Este sistema de aire acondicionado del tipo inteligente trata de un sistema que entrega calefacción y/o refrigeración a diferentes zonas, cuyos componentes son una unidad externa que se conecta a través de tuberías de cobre para transportar refrigerante a las unidades internas.

La principal característica del sistema VRV es el ahorro de energía, debido a que sus compresores de capacidad variable, actúan de acuerdo a la demanda real que tenga cada unidad interior, lo que incide directamente en disminuir el consumo eléctrico. Utilizan tecnología inverter en los compresores para adecuar la velocidad y el flujo del refrigerante hacia el sistema, en función de la demanda existente en cada momento en cada una de las zonas a climatizar.

Los sistemas VRV proporcionan una única unidad externa para operar con más de 30 unidades internas, las cuales pueden ser controladas individualmente. La mayor diferencia entre VRV y las aplicaciones con equipos Split convencional es que con este último caso, cada unidad interna debe estar conectada directamente a la unidad externa.

Los sistemas de volumen de refrigerante variable (VRV), a diferencia de otros sistemas de climatización como el de bomba de calor, actúan sobre el caudal de refrigerante que llega a las baterías de condensación-evaporación, lo que permite controlar de manera más eficiente las condiciones térmicas de los locales que se van a climatizar.

En las instalaciones de aire acondicionado convencionales los compresores entran en funcionamiento cuando el termostato percibe que la temperatura del local es inferior a la especificada y paran cuando la temperatura es superior. En cambio los sistemas VRV actúan de forma proporcional, incrementando o disminuyendo la cantidad de fluido refrigerante en función de la proximidad de la temperatura del local con respecto a la temperatura especificada.

El compresor trabaja a menor o mayor rendimiento en función de la información suministrada por el sistema de control con el que cuente la instalación (termostatos, sondas, etc.). Cuando el compresor trabaja a menor potencia se suministra un caudal de refrigerante menor hacia el evaporador-condensador, disminuyendo la cantidad de calor absorbido/cedido a la sala, por esto se obtiene un control más preciso dela temperatura de los locales.

Las ventajas más destacables de los sistemas VRV son las siguientes:

- Se consigue una importante reducción del consumo energético, ya que se adaptan a las necesidades concretas que tienen las instalaciones en cada momento. El nivel de emisión de ruido es muy inferior al de equipos tradicionales. Conseguimos una mayor eficiencia, menores costes de explotación y menores emisiones de CO2, por lo tanto se puede decir que son sistemas respetuosos con el medio ambiente.

- La temperatura se puede controlar de manera independiente en cada una de las zonas a climatizar, lo que permite una total independencia climática. Cada unidad interior trabaja de manera independiente de las demás, solicitando la cantidad de refrigerante que necesita y las válvulas de expansión electrónicas dejan pasar la cantidad justa de fluido refrigerante que debe de entrar en las baterías en cada momento.

- La instalación es más sencilla puesto que necesita menos conductos y los condensadores tienen un menor peso y tamaño, lo que los hace más manejables, facilitando las maniobras. Permite también grandes distancias tanto entre unidades interiores, como entre unidades interiores y exteriores.

- Instalaciones más flexibles y fácilmente escalables.

- Contribuyen a un aumento de la vida útil del compresor. La posibilidad de variar la potencia del compresor en cada momento evita paradas innecesarias, uno de los principales motivos de desgaste de compresores.

Es importante destacar también que los sistemas VRV permiten la recuperación de calor y por tanto enfriar y calentar simultáneamente. La evaporación del fluido refrigerante que se utiliza para enfriar un local provoca la condensación del fluido y consecuentemente la cesión de calor, una energía que se suele perder en instalaciones convencionales. Con la recuperación se aprovecha este calor, llevándolo a otro local donde se necesite calefacción. Esta distribución se realiza gracias a un potente sistema de control electrónico.

Esta posibilidad de enfriar unas zonas y calentar otras con energía que en otros casos se desperdiciaría, permite a los modelos VRV climatizar grandes superficies con costes energéticos mínimos, impensables para otros sistemas.