De este tipo de flujo de metal a través de un espacio 
                    restringido es de donde toma su nombre el proceso de embutido. 
                  
                  Durante esta etapa del proceso, la fricción y la compresión 
                    en el sujetador juegan papeles importantes. Para que el material, 
                    cuyo movimiento es restringido por 
                    el pisador, se deslice hacia la cavidad deberá superar 
                    la fricción entre la lámina de metal y la superficie 
                    del pisador. Inicialmente se involucra la fricción 
                    estática hasta que el metal empieza a moverse; debido 
                    al flujo de metal, es entonces que la fricción cinemática 
                    gobierna el proceso. 
                  La magnitud de la fuerza de sujeción aplicada por 
                    el sujetador, así como las condiciones de fricción 
                    de las dos intercaras son factores que determinan el éxito 
                    de la operación de embutido. 
                    Generalmente, se usan lubricantes o compuestos para reducir 
                    las fuerzas de fricción durante el embutido. Al final 
                    del proceso, y de acuerdo con el diseño del pisador, 
                    se pueden presentar algunas arrugas en el extremo del material 
                    embutido, especialmente cuando la lámina es delgada 
                    o cuando la fuerza del sujetador es demasiado baja. Esta condición 
                    no puede corregirse una vez que ha ocurrido. 
                  La fuerza de sujeción aplicada sobre la forma se ve 
                    ahora como un factor crítico en el embutido profundo. 
                    Si ésta es muy pequeña ocurre la formación 
                    de arrugas en el borde superior; si es muy grande, evita que 
                    el metal fluya adecuadamente hacia la cavidad del dado, ocasionando 
                    estirado y posible desgarramiento (fractura) de la lámina. 
                    La determinación de la fuerza adecuada de sujeción 
                    implica un delicado balance entre estos factores opuestos. 
                  
                  El movimiento progresivo del punzón hacia abajo ocasiona 
                    la continuidad del flujo de metal, causado por el estirado 
                    y la compresión que se han descrito previamente. Ocurre 
                    además, que puede presentarse adelgazamiento de las 
                    paredes del cilindro (no deseable), de tal forma que en una 
                    operación exitosa de embutido puede permitirse hasta 
                    un 25% de adelgazamiento, la mayor parte cerca de la base 
                    de la copa.